domingo, 6 de octubre de 2013

Tutoría con nubes y espaguetis


¿Seríais capaces de construir una torre con espaguetis en 18 minutos? Los alumnos de 1º de bachillerato, del colegio Salesianos Atocha, tuvimos la ocasión de intentarlo el pasado viernes en una original y divertida actividad de tutoría.
El objetivo era conocerse, trabajar en grupo y reflexionar sobre como habíamos realizado la actividad. Para ello llevamos acabo el llamado "Reto de la nube", que consiste, como he dicho antes, en crear una torre empleando únicamente 20 espaguetis, cuerda, celo, 18 minutos y una nube que debía ponerse arriba del todo sin que la torre se derrumbase. También estaba el propósito motivador de intentar construir la torre más alta, el cual mi grupo quedó lejos de alcanzar. 

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Procedencia de la imagen
Estábamos allí todo primero, en un pasillo, separados en grupos de unas cinco personas y sin tener la más mínima idea de qué íbamos a hacer. Bueno, esto último no es del todo cierto, los compañeros que habían hecho el año pasado la actividad no tardaron en filtrar parte de la información, aunque eso nos dejó a todos más desconcertados que otra cosa. Sin embargo, en cuanto los profesores nos dieron las instrucciones y nos pusimos manos a la obra, por lo menos a mí, me pareció muy interesante y divertido. Precisamente esas palabras describen bastante bien la actividad.

Sinceramente, la construcción de mi grupo fue un completo fracaso, pero en general trabajamos bastante bien: todos participamos, dimos nuestras ideas y más o menos nos escuchamos. Al principio iba todo perfecto y empezamos a construir la base de la torre, pero con la presión del poco tiempo que teníamos tampoco lo planificamos mucho y tardamos lo suficiente como para que no diese tiempo a rectificar.

 Uno de mi grupo dio la idea de pegar los espaguetis que nos quedaban uno a continuación de otro y después colocarlos arriba del todo para que fuese más alta. Ahora pensad en un espagueti ¿A que da la impresión de que eso se va a caer? Pues sí, con toda la lógica del mundo, eso se cayó así que quedó una torre bastante cutre.  
Procedencia de la imagen
En mi defensa diré que empezaron a construirlo nada más decirlo, sin escuchar demasiado la opinión del resto, que el que dio la idea estaba convencido de que no se iba a caer, y que no se nos ocurría nada mejor. 

Cuando se dio la actividad por finalizada, subimos a las clases y hablamos sobre cómo había ido el trabajo en grupo y nos pusieron unos vídeos donde explicaban el objetivo de este reto y las conclusiones que sacaban los expertos (lo podéis encontrar en los enlaces del final de la entrada). Me pareció muy interesante sobretodo el hecho de que, después de los arquitectos e ingenieros, fuesen los niños los que mejor realizan esta actividad.


Al final de la tutoría, no me quedo con lo desastrosa que quedó la torre (estoy convencida de que si lo volviésemos a hacer quedaría mejor), sino con lo bien que me lo pasé construyéndola, lo que aprendí sobre como mejorar el trabajo en grupo y lo que conocí de mis compañeros ese día.


Fuentes consultadas

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